La crónica de la muerte lleva tiempo, demasiado, encontrando letra -y mucha- en México, tanta como para hacer que sea en esos momentos el país "de más muerte" despues de Siria y ya por delante de Irak o Afganistan.

Dentro de las corrientes ideologícas del movimiento obrero mundial el anarquismo ha tenido históricamente un peso importante,  plasmado tambien en los hechos concretos: huelgas, movimientos insurreccionales, revoluciones... Dentro de esta corriente del pensamiento revolucionario dos nombres brillan con luz propia, Mijail Bakunin y Piotr Kropotkin, y los dos son rusos, lo que nos habla del peso que la ideologia anarquista tuvo en ese territorio.

Nadie a estas alturas del "cuento" -y nunca mejor dicho- defiende ya que la Transición española fuera en el sentido democrático "modélica" ni mucho menos "pacifica": varios cientos de muertos asi lo atestiguan, al igual que la continuidad del ADN fasciofranquista en la nueva "democracia" viene atestiguada por la continuidad hasta el dia de hoy de la impunidad para quienes los mataron.

En el ámbito de lo que genéricamente denominamos "memoria histórica" son multiples las iniciativas que desde diversos ámbitos vienen poniendose en marcha, tanto desde el espacio académico como desde el cultural o el popular, conformándose "el todo memorialista" como la sucesión o la suma de muchos "algos".

Llegado un año más el mes de Abril la memoria de la II República española proclamada el 14 de este mes en 1931 vuelve a estar presente señalándonos la oportunidad de mirar hacia aquel régimen, algo que vamos a hacer de una forma digamos "novedosa" ya que lo haremos desde un punto de vista "desmitificador" de un régimen político presentado casi siempre de una forma absolutamente acritica por la mayor parte de quienes defienden su legitimidad frente al golpe de estado fasciofranquista de 1936.

Si vamos a "Wikipedia" la "desobediencia" o "desobediencia civil" se definiría como "cualquier acto o proceso de oposición pública a una ley o una política adoptada por un Gobierno establecido, cuando el autor tiene conciencia de que la misma es de discutible legalidad u aceptación desde el punto de vista ético, y es llevada a cabo y mantenida con el objetivo de traer cambios en el orden social o político vigente que afectarían positivamente a la libertad de la ciudadanía".

La imagen de los miles de insurrectos alzados en armas junto a Villa y Zapata en el periodo 1910-1919 aún hoy alimenta la imagineria popular más allá de las fronteras mejicanas. Aquella ola insurrrecional, guerrillera, llevaba consigo y dejaba tras de si el grito de sus reivindicaciones "Tierra y Libertad". Hoy, en el año 1917, aquel grito -o el eco del mismo si se prefiere- aún resuena en diferentes puntos de los territorios mejicanos donde además no ha dejado de hacerlo en estos cien años con una u otra intensidad, con una u otra suerte.

Es evidente que la memoria histórica es mucho más vívida cuando la narran sus protagonistas, los que la vivieron de primera mano, los que la hicieron. Y más emotiva tambien, sobre todo cuando desde esa memoria se hace un repaso de los sueños de justicia y libertad que se intentaron alcanzar y de los que cayeron en el intento.