Los días 18 y 19 de junio de 1986, justo cuando se efectuaba un congreso en Lima de la Internacional Socialista, el Estado peruano intervenía con sus fuerzas armadas en los penales limeños de El Frontón, Lurigancho y El Callao causando la muerte de un total de casi trescientos prisioneros politicos y de guerra que se encontraban alli recluidos y que en esos dias realizaban una protesta en demanda de unas condiciones dignas de vida, del respeto a sus derechos como prisioneros politicos y en exigencia del esclarecimiento y depuración de responsabilidades de la matanza ocurrida varios meses antes tambien en el penal de Lurigancho donde tras la intervencion policial habian muertos quemados 35 presos politicos.
Al dia de hoy, treinta años despues de aquellos hechos, la impunidad para quienes fueron responsables de aquel genocidio sigue con plena vigencia y los familiares de los cientos de muertos en los penales siguen reclamando no sólo esclarecimiento y justicia, sino la entrega de los restos de sus padres, hijos, hermanos... ante los oidos sordos del Estado peruano. De ello hemos hablado con Julio Paucar, miembro dela Asociación de Familiares de Presos Políticos y Victimas de Genocidio (AFADEVIG) y con Rolando Echarri, preso en El Frontón en aquellos dias trágicos y uno de los escasos supervivientes de la masacre.
