Aunque de forma indirecta, los resultados electorales en baviera han supeusto un duro golpe para la canciller Angela Merkel. Como pronosticaban casi todos los sondeos, se ha consumado la debacle de la Unión Social Cristiana (CSU) que ha perdido la mayoría absoluta y más de un 10% de votos, y del partido socialdemócrata (SPD), que ha caido hasta la quinta posición al ver cómo el apoyo recibido se reduce a la mitad.