... mata al año mas de 450.000 personas (hospitalarias), siendo el 70% menores de 5 años con sintomatología muy alarmante y curación dificil, siendo los humanos su principal fuente de nutrición, hasta el punto que solo es en nuestra sangre donde se reproduce el mosquito hembra «Anopheles».

Según el responsable desde 2.014 del Programa Global de la Malaria de la OMS, Sr. Pedro Alonso, en la lucha contra la malaria y por la sola implantación masiva de mosquiteras con insecticida y un rápido y eficaz diagnóstico (RDT) se han dado avances en prevención externa, hasta reducirla en un 60%.

Siendo así, ¿por qué un programa piloto apoyado por la OMS para vacunar masivamente en 2019 a la población infantil (inicialmente en Malawi) con la vacuna Mosquirix (30 años de investigación), con eficiencia de solo el 40%?

En contraposición; en 2012 el Sr. Klaas Proesmans director de WRC (Water Reference Center) filial de la Cruz Roja Internacional con sede en Suiza, dirigió un estudio clínico piloto (PHAST) también apoyado por la OMS, en el distrito de Luuka en conjunto con el Ministerio de Salud de Uganda, para suministrar Dióxido de cloro (MMS) a todos los positivos en los análisis de la malaria. Tras cuatro días de éxito con 150 positivos por día que en 24 horas pasaban a ser negativos, se suspendió la campaña con promesa de volver. El fracaso humano dura ya 7 años, a 12.000 muertes por año solo en Uganda... pudiendo ser cero.

A pesar de estar documentado en un dossier de 12 páginas, la Cruz Roja niega y WRC prohibe a sus miembros hablar de ello. El Sr. Proesmans mandó borrar de la red el video https://www.youtube.com/watch?v=iV2-2of8PFA en el que asegura ante la cámara la curación in situ en 24-48 horas al 100% de los tratados y sin ningún efecto secundario.

Pertrechados en mentiras institucionales y científicas, bloquean soluciones médicas entre los pobres y persiguen a quienes en su entrega humanitaria, tratan de ayudarlos a sanar. ¿Por qué los efectos secundarios de estas tramas políticas la pagamos de manera inversa gobernantes y gobernados?

¿Cómo confiar en instituciones humanitarias científico-médicas como la OMS, Cruz Roja, etc. y religiosas como el Vaticano? ¿Cómo definir a medios de comunicación y prensa en general, que esconden esa trama y censuran a quienes al no tener medios para denunciar judicialmente, nos conformamos con desenmascarlo en la prensa... que quiera colaborar en su publicación?

«Estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma, no es un buen signo de salud» (Jiddu Krishnamurti). Así, si la plebe no despierta su conciencia para preguntarse: ¿No será que por mi desidia y hechos, hago aún mas animal, al animal mas peligroso del planeta? esa bestia herida seguirá golpeando aún más, y en su cobardía... siempre al mas débil.