Laura García Iruretagoyena

Desesperación de película

Entra, espera un minuto y medio. Permanece. Sigue esperando. Otro minuto y medio. ¿Será que tengo que refrescar la página? Y así durante horas desde las nueve de la mañana. Las doce y media, un parón. Me muerdo la última uña. Menos mal que esta vez no he cogido días de vacaciones para la ocasión.

Como la tamborrada, Santo Tomás y el Jazzaldia, el SSIFF es una cita obligada para todo donostiarra. Pero en la 67 edición del Festival de Cine de San Sebastián ha pasado lo que todos temimos durante las uvas pre 2000: total colapso del sistema. A las cinco de la tarde consigo comprar dos entradas, ¡no me lo creo! Menos mal que no me lo he creído, porque ni mi banco me las ha cobrado, ni mi email las ha recibido.

Dulce exasperación que se sanará una vez me siente en las cómodas butacas del Kursaal, el Trueba o el Príncipe y empiece la película. Si consigo las entradas, claro.

Search