Asun es una mujer fuerte, sonriente, que no pierde la ocasión para agradecer el apoyo que ha recibido durante los últimos 10 años. «Siempre estaré agradecida a todo el mundo del apoyo que tengo». Y especialmente aplaude el trabajo de los colectivos feministas, de todas esas mujeres que «tienen sus trabajos, pero además trabajan para que esta sociedad cambie». «Son admirables», afirma para advertir de que «sin ellas sería muy difícil».
Su mayor deseo es dejar «una sociedad mejor a esas niñas que ahora tienen 9 o 10 años». Uno de los elementos más negativos y preocupantes para Asun es el sistema judicial. «Me lleve un gran chasco cuando salió la sentencia de La Manda», cuenta, para añadir que ««pensaba que en 10 años la Justicia habría cambiado tras el gran fallo que tuvo con Nagore». Ante esta realidad, desea que «salgamos de los juicios pensando que hemos tenido justicia», pero hoy por hoy todavía aprecia que la mujer agredida es cuestionada. «Siempre se juzga a la mujer, a Nagore también la juzgaron», sentencia.