Precisamente, este miércoles hay elecciones legislativas en Holanda y toda Europa mira de reojo a esta cita electoral, que se ha convertido en un termómetro para medir el auge de la ultraderecha. Hoy solo se despejará la incógnita del respaldo social a la opción ultraderechista y xenófoba de Geert Wilders y su Partido de la Libertad (PVV), pero nadie oculta que un triunfo de esta opción podría ser un aviso para navegantes, entre otras, en relación con Le Pen y las presidenciales francesas, que están ya a la vuelta de la esquina.