Dentro de la comunidad (el Lof Cushamen, del pueblo mapuche de la localidad de Esquei) se encontraba acompañando a los comuneros un joven solidario, internacionalista, que ya había practicado igual compromiso junto a los pescadores chilenos de Chiloé en su pelea contra las trasnacionales salmoneras. Se llamaba Santiago Maldonadoi y fue puesto en la mira de los gendarmes que lo persiguieron hasta un río cercano y al parecer lo golpearon, lo cargaron en una camioneta y lo llevaron hasta su cuartel. Casi tres meses después, cuando el país entero y en no pocas partes del mundo se reclamaba con énfasis la aparición con vida de Santiago, los propios gendarmes que lo asesinaron decidieron soltar su cuerpo en uno de los trechos del río, y simular que se había ahogado. No fue casualidad el momento de la "aparición", ya que fue en la misma semana en que se realizaban elecciones legislativas y el gobierno evidentemente no quería llegar a ese momento con un desaparecido en su haber.
Macri ganó las elecciones y a pesar de las inmensas movilizaciones reclamando el castigo a los culpables, nadie ha sido detenido y todo indica que la impunidad que tan bien utilizaron los militares en su momento para encubrir sus crimenes, otra vez está dando buenos resultados. En la actualidad, salvo la familia de Santiago y sectores de la militancia de los derechos humanos, que siguen peleando por justicia para este grave hecho, el resto de la población -que en su momento fue solidaria- ya tiene "otros problemas para resolver", como son la inflación galopante, los tarifazos constantes, los despidos, la reforma laboral para golpear duramente a los trabajadores y trabajadoras, En fin, la política neoliberal colonialista que camina por todo el continente, y que genera gobiernos como el argentino, represivos, entreguistas, prepotentes, y sobre todo impunes, hasta que este ciclo de terror y devastación pueda revertirse en base a la movilización popular y la toma de conciencia. Será cuestión de tiempo o de que la paciencia y el adormecimiento que hoy se vive, genere las repuestas adecuadas para terminar con este proceso disolvente.